FIN
 

 

Claro que al hacerlo, transgrede la voluntad de los dioses y finalmente se hace acreedor al castigo de Zeus.

El rey de los dioses lo hizo encadenar al monte Cáucaso donde un águila le comía a picotazos el hígado que crecía tan rápido como era devorado.

Este tormento, dice la leyenda, pudo terminar en cualquier momento porque Prometeo sabía un secreto que afectaba la estabilidad del trono de Zeus. Prometeo se negó a revelar dicho secreto, transformándose así en el símbolo de la voluntad resistiendo a la opresión y del magnánimo martirio ante el sufrimiento inmerecido.

Byron y Shelley también tomaron este tema y recién a comienzos de siglo XX, Franz Wedekind, reactualizó el tema con una obra de teatro: Der Buchte von Pandora, que más tarde se transformaría en "Lulú", la famosa opera de Alban Berg.

Hasta entonces, la humanidad había vivido una vida totalmente armoniosa en el mundo. Epimeteo pidió a Pandora que nunca abriese la caja de Zeus, pero un día, la curiosidad de Pandora pudo finalmente con ella y abrió la caja, liberando a todas las desgracias humanas (la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen,...).

Pandora cerró la caja justo antes de que la Esperanza también saliera, junto con todo lo que quedaba dentro, y el mundo vivió una época de desolación hasta que Pandora volvió a abrir la caja para liberar también a la Esperanza.

Y corrió hacia los hombres a decirles que no estaba todo perdido,que aún les quedaba la Esperanza. Pandora se puso en camino hacia el lugar donde muere el sol cada día, siguió el sendero que se dibuja por las noches en los cielos y que conduce hasta ese lugar que los griegos llamaban la TIERRA DE LA MUERTE, ese lugar donde el sol es engullido cada atardecer por el océano, esa tierra que los romanos llamaron FINIS-TÉRRAE frente al mar tenebroso, el ocaso del mundo, la COSTA DE LA MUERTE.

Pandora llegó a Galicia: observó que por fin el fuego,regalo de Prometeo, frenaba el declive de la luz, que el sol volvía a renacer día a día y llamaron a ese día solsticio de invierno, día de fiesta grande en el que el Dios Luz renacía.

Desde entonces, en todos los pueblos de la Tierra festejaban ese día del nuevo nacimiento de luz. Han pasado muchos años y lo hemos olvidado; ya no hacemos hogueras ni guardamos el fuego de ese día para que nos ilumine todo el año...Pero las mujeres gallegas, fieles a Prometeo, guardaron el fuego unido a la tierra y al agua, en secreto y, sin que los dioses del Olimpo se enteraran, elaboraban queimadas en su hogares conjurándose con Pandora para no perder la esperanza.

"Fatal como la caja de Pandora" es una frase popular aplicable a todo aquello que, bajo apariencias risueñas, produce grandes males. Alerto al navegante que visita estas palabras ante la falsa apariencia de las cosas y a los reclamos publicistas de objetos de deseo vacios de valor.

 

 
 
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